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Vitamina C: el captador de radicales saludable

La vitamina C, también denominada ácido ascórbico, tiene múltiples funciones en el organismo humano. Sin embargo, el cuerpo no puede producir por sí mismo esta vitamina soluble en agua. Hasta el siglo XVIII, era frecuente que, especialmente, los marineros padecieran escorbuto, una enfermedad muy peligrosa para la salud que se debe a una falta considerable de vitamina C. Hoy en día, en general, la cantidad diaria necesaria puede cubrirse a través del consumo de frutas y hortalizas.

 

Funciones en el cuerpo

Dosis recomendada

El Instituto de Medicina recomienda una ingesta diaria de vitamina C de entre 75 y 90 mg para adultos de más de 19 años, de 85 mg para mujeres embarazadas y de 120 mg para mujeres en período de lactancia. Durante y después del embarazo, solo deben ingerirse suplementos tras realizar un examen médico y según las instrucciones correspondientes.

 

Presencia en alimentos

La proporción exacta de vitamina C depende del momento de cosecha, el transporte y el almacenamiento del alimento. Por lo tanto, merece la pena comprar frutas y hortalizas lo más frescas posible. Además, la mayor parte de la vitamina C se encuentra en el estado crudo de los alimentos, ya que la vitamina C es muy sensible al calor. Al cocinar los alimentos, pueden perderse ingredientes de gran valor, por lo que es no recomendable cocinar las hortalizas demasiado, sino que conviene cocerlas al vapor durante poco tiempo. Los siguientes alimentos son especialmente ricos en vitamina C:

· Acerola

· Baya de espino amarillo

· Grosella negra

· Pimiento

· Cítricos

· Brócoli